Notamos que el vuelo comienza a realizar sus maniobras de descenso y entre las densas nubes intentamos ubicar los alrededores, vemos pasar lo que nos parece ser el valle Simpson, otro que podria ser el Cerro Mackay y asi de a poco, con más entusiasmo que certeza geográfica, el vuelo se acerca hasta la pista del aeropuerto en Balmaceda, el corazón de la Carretera Austral. Se va despejando la vista hacia la pampa que mira a la vecina Argentina, y a medida que nos acercamos, podemos ver como el viento que nos acompañara en nuestra travesia sopla sin piedad el paisaje, y ya al acercarnos a la salida del avión, se suma otro compañero, el frío austral que llega hasta los huesos. Es verano, son las 2 de la tarde y nuestro plan es armar nuestras bicicletas y avanzar 30 kilometros hasta el pueblo El Blanco, al sur de Coyhaique, para luego dirigirnos hacia el lago Chelenko, un plan sencillo, pero el destino lanza sus dados hoy.
Este, será el primero de muchos planes que cambiaran completamente durante el viaje. Mi compañero comienza conmigo su tercer viaje por la patagonia, para mi, el primero, y tambien mi primera hazaña de varias semanas sobre la bicicleta.